Muchísimos dones y virtudes se han demostrado en la vida del insigne pensador y hombre de acción del siglo XX Plinio Correa de Oliveira, destacan su amor a la Santa Iglesia Católica, al Papado, su denuncia y combate a la Revolución como un proceso articulado para destruir el orden social cristiano, la denuncia y desenmascaramiento de las distintas etapas del comunismo internacional, la fundación de la TFP e inspiración de entidades afines por el mundo entero, las innumerables obras publicadas, libros, artículos de prensa, dirección de semanarios, revistas, traducidos a varios idiomas, con tirajes y difusión que superan conocidos betsellers, conferencias, seminarios , palestras, incontables, su presencia, su pensamiento, su acción irradiaron una influencia que se expandió por el mundo entero, fue un polo del pensamiento católico tradicional que contundió mortalmente al proceso revolucionario, la conducción espiritual de sus seguidores guiándonos en el amor a Dios, devoción a María Santísima y una lucha con espíritu de Cruzada en defensa de los principios cristianos frente al neo paganismo y por arriba de todo su ejemplo de virtud y santidad cotidiana.
Monseñor Joao Sconagmilio Clá Dias, quien convivió junto Al Dr. Plinio Correa de Oliveira por más de cuarenta años con la cercanía de discípulo y alter ego y quién más adelante sería fundador de una obra que materializa los anhelos de Plinio Correa de Oliveira acrecentada con las características propias a su vocación, publicó cinco tomos sobre la EL DON DE LA SABIDURÍA EN LA MENTE, VIDA Y OBRA DE PLINIO CORREA DE OILIVEIRA, en la que demuestra claramente que Plinio Correa de Oliveira fue un hombre suscitado por Dios para denunciar y alertar frente al desmoronamiento del orden cristiano occidental y señalar el camino hacia la construcción de una época donde el amor a Dios y devoción a María Santísima sean el fundamento de la sociedad.
Ríos de tinta pueden correr sobre Plinio Correa de Oliveira y su obra, en esta breve nota quiero destacar un aspecto: el esplendor y belleza literaria en los escritos de Plinio Correa de Oliveira, la grandeza de su personalidad y su amor a todo lo maravilloso se reflejan en la forma de expresar y escribir su pensamiento, claridad de ideas explicadas para el entendimiento de doctos y novatos pensadores, fuerza de expresión y belleza trascendente en sus palabras, si la poesía es el encanto de la expresión, eso fueron los escritos y palabras de Plinio Correa de Oliveira.
Injusta omisión de las categorizadas Academias de la Lengua el no haberlo incorporado como miembro destacado, una omisión más de las tantísimas que sufrió durante su vida por no pactar de manera cómplice con la revolución.
Invito a sus hijos espirituales, seguidores, amigos y simpatizantes a colaborar de forma permanente con esta columna que puede quedar inaugurada con el nombre que la precede a que aporten con frases de Plinio Correa de Oliveira enmarcadas en las características mencionadas.
Más allá del trascendental significado que comportan sus ideas, disfrutemos de la poética sonoridad de sus palabras, de la fuerza de sus expresiones, de la maravillosa utilización del lenguaje que resuena como una sinfonía interpretada por innúmeros instrumentos en que múltiples acordes con los más variados sonidos se combinan de forma armónica, elevándonos a la contemplación y entusiasmo por la belleza de forma inigualable.
¡Adelante!
Si la Revolución es el desorden, La Contra – Revolución es la restauración del Orden. Y por Orden entendemos la paz de Cristo en el Reino de Cristo. O sea la civilización cristiana, austera y jerárquica, fundamentalmente sacral, anti – igualitaria y antiliberal.”
Si el Reino de María tuviese un umbral, estas palabras podrían estar grabadas en ese pórtico con materiales y colores diamantinos.
“El contra revolucionario actúa como Nuestro Señor, que no vino apagar la mecha que aún humea, ni a romper el arbusto partido”
“Así, la Contra revolución es condición esencial para que sea preservado el desarrollo normal del verdadero progreso y derrotada la utopía revolucionaria, que de progreso sólo tiene apariencia falaces.”
“Toda conversión es fruto de la acción del Espíritu Santo, quien, aunque habla a cada cual según sus necesidades, ora con majestuosa severidad, ora con suavidad materna, sin embargo nunca miente.”
“Uno de los puntos más importantes del trabajo contrarrevolucionario es, pues, enseñar el amor a la desigualdad, vista en el plano metafísico; al principio de autoridad; y también a la Ley Moral y a la pureza; porque exactamente el orgullo, la rebeldía y la impureza son los factores que más impulsan a los hombres por la senda de la Revolución”
“Cuando los hombres resuelven cooperar con la gracia de Dios, son la maravillas de la Historia que así se realizan: es la conversión del Imperio Romano, es la formación de la Edad Media, es la reconquista de España a partir de Covadonga, son todos los acontecimientos que se dan como fruto de la grandes resurrecciones de alma de que los pueblos también son susceptibles. Resurrecciones invencibles, porque no hay quién derrote a un pueblo virtuoso y que verdaderamente ama a Dios.”
Parte del artículo “PEREGRINANDO POR UNA MIRADA” autoría de Plinio Correa de Oliveira.
“¡Qué mirada! Ninguna tan limpia, tan franca, tan pura, tan acogedora. En ninguna se penetra con tal facilidad. Sin embargo, también ninguna presenta profundidades que se pierden en tan lejano horizonte. Cuando más se camina dentro de esa mirada, tanto más atrae hacia un indescriptible ápice interior y profundo.
…A lo largo de esta peregrinación del alma, la mirada en la cual vuela, ya no solamente envuelve. Sino penetra en él. Cuando el peregrino cierra los ojos, juzga verla a manera de luz en lo más profundo de sí mismo. Tengo la impresión de que, si durante toda la vida, él fuese fiel en ese vuelo, cuando cierre definitivamente los ojos, esa luz brillará en el fondo de su alma por toda la eternidad.
La mirada es el alma de la fisonomía. ¡Qué fisonomía la que tengo frente a mí! A un tonto le parecería inexpresiva. A un observador diestro ella manifiesta una plenitud del alma mayor que la Historia, porque toca la eternidad. Mayor que el universo porque refleja el infinito.
La frente parece contener pensamientos que, partiendo de un Pesebre y terminando en una Cruz, abarcan todo el acontecer humano.
Toda la faz, la nariz, cuya línea posee un encanto “más bello que la belleza”, según dice el Poeta, los labios silenciosos, pero que lo dicen todo a cada momento, parecen alabar a Dios en cada criatura según las características de cada una; y pedir a Dios por cuanta miseria como si fuese a condolerse de las peculiaridades de cada uno… Estos labios tiene una elocuencia cerca de la cual la de Demóstenes o la de Cicerón no serían si no un barullo.
Qué decir del cutis: ¿níveo? El calificativo lo dice todo y no dice nada. Pues para describirlo sería necesario imaginar un níveo que dejase reflejar en su profundidad, con discreción infinita, todos los matices del arco iris, y con eso mismo inspirase en el alma de quien lo contempla todos los encantos de la pureza.
Sí peregriné en esta mirada tan llena de sorpresas. E inesperadamente, me di cuenta que su mirada peregrinaba al mismo tiempo dentro de mí. Pobre y misericordiosa peregrinación, no de esplendor en esplendor, si no de carencia en carencia, de miseria en miseria. Basta abrirme a ella que, que para cada defecto me ofrece un remedio, para cada obstáculo una ayuda, para cada aflicción una esperanza.
¿Pero al final, a quién tengo frente a mí? Una imagen de madera como tantas otras, sin ningún valor artístico especial.
Pero, sin embrago, basta mirarla que, sin moverse, sin la menor transformación, esa Imagen comienza a hacer lucir todos esos esplendores.
¿Cómo? No lo sé tampoco.
Es la imagen de Nuestra Señora de Fátima que vertió lágrimas en Nueva Orleans, a propósito de los pecados de los hombres y de los castigos que se acumulan sobre sí.”