Tradición, Familia y Propiedad – TFP

La TFP y el caos mundial

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Catolicismo  entrevista al profesor Plinio Corrêa de Oliveira

Reproducido por TFP Ecuador el 26 de Septiembre de 2022

La TFP: un obstáculo en la carrera hacia el caos

CATOLICISMO – ¿Cómo se explica  que la TFP, defendiendo unas ideas tan opuestas al mundo moderno, tenga,  sin embargo, tanta influencia en el Brasil de hoy?

Plinio Corrêa de Oliveira – El  llamado mundo moderno es fruto de un proceso histórico multisecular, de  decadencia y de pecado, que analizo en mi libro Revolución y  Contra-­Revolución. Como es fácil de ver, el vocablo Revolución designa,  en el título de la obra, precisamente tal decadencia.

Ahora bien, la Revolución viene actuando, a lo largo de su  desarrollo, de un modo doblemente astuto. En primer lugar, llevó hacia  el mal a muchos que eran buenos y, después, creó en todo Occidente y,  por tanto, también en Brasil, un ambiente el en que los malos comenzaron  a despreciar a los buenos y éstos no tuvieron coraje para enfrentar la  situación y retribuir ese desprecio con altivez cristiana y energía.
Los católicos se dejaron arredrar, rebajar, y esto fue lo  peor de todo. Que los buenos fuesen menos numerosos no sería tan  perjudicial, en el caso de que fuesen más ufanos, tuviesen más  gallardía, más santa altivez de ser católicos.
De esa gallardía la TFP procura dar ejemplo, a fin de ser  aquella más eficazmente difundida. A pesar de que la entidad no sea una  asociación religiosa en el sentido específico del Derecho Canónico, sus  socios, cooperadores y corresponsales se declaran pública y  altaneramente católicos.
Sus estandartes simbolizan esa altanería. Parece que ellos  afirman: «Soy católico, apostólico, romano, gracias a Dios y defiendo  los valores básicos de la Civilización Cristiana: Tradición, Familia y  Propiedad. Soy de la TFP. Denuncio al mundo actual, con base en razones  que proclamo con la cabeza erguida y a pecho descubierto». Además, esto  es lo que todo nuestro modo de ser indica: las becas rojas y los  estandartes, los cánticos, la fanfarria y todo lo demás, hacen  repercutir, en las ciudades contemporáneas ya tan fuertemente  paganizadas, la ufanía de ser católicos y de defender la Civilización  Cristiana.
Esto produce en la opinión pública un choque vivificante y  saludable que simboliza la contra-ofensiva del bien. Sin duda, Vd. que  me hace esta pregunta, debe haber conocido en su vida a mucha gente  buena, que tenía menos fuerza de voluntad y menos altivez en ser buena  que los malos en ser malos.

Esto se debe a que, por desgracia, en los días de hoy, los  buenos frecuentemente están mustios, acoquinados, sin coraje. Y los malos, por el contrario, suelen ser audaces.

CATOLICISMO – Sin embargo se habla mal, muchas veces, de la TFP…

Plinio Corrêa de Oliveira – Es  verdad. A veces un grupo de jóvenes nuestros va a un restaurante a comer  o a cenar. Antes de sentarse, se santiguan, pero no de una manera  avergonzada, no. Con la cabeza erguida y, además, de arriba abajo: «En  el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».

A continuación se sientan. Las personas que están en el  restaurante ven aquello. Algunas admiran el gesto. Otras se manifiestan  indignadas y, o no les dicen nada, o si dicen algo se les da una  respuesta a la altura.
Usted ve, por esta actitud, a qué situación menguada está  reducida la ofensiva de los adversarios de la Fe, cuando atacan  ostensivamente a la TFP.
Si nos atacan de frente, respondemos de frente. Basta ver  nuestros libros o publicaciones en los periódicos, etc. Además, nuestras  respuestas siempre están basadas en argumentos sólidos y nuestros  adversarios no saben qué contestar.
Es raro que la TFP sea atacada de frente. La Santísima  Virgen nos ha ayudado y siempre hemos podido demostrar cabalmente la  afinidad entre nuestras posiciones y la doctrina católica.           
 
CATOLICISMO – La TFP es muy conocida, pero sale poco en los periódicos, en la radio o en la televisión.

Plinio Corrêa de Oliveira – La  campaña de silencio contra la TFP es patente. Los medios de  comunicación, de un modo general, poco o nada publican sobre la TFP y,  cuando lo hacen, por regla general, es para hablar mal.

Cuando contestamos, los atacantes se callan. Ahora bien, a  pesar de ese silencio, no hay una asociación anticomunista en Brasil tan  conocida como la TFP.
Tenga en cuenta que ningún político aceptaría esa lucha para  alcanzar notoriedad, en las condiciones en que nuestra entidad la  traba. Pero con la ayuda de Nuestra Señora, sin la cual nada se hace, a  cuya protección todo se debe, vamos avanzando.
La mayor parte de los órganos de comunicación social nos  hacen el silencio. Por eso realizamos, con energía, campañas públicas  para difundir nuestros ideales. Recorremos toda la nación mediante  caravanas continuas para que Brasil entero tome conocimiento de la lucha  emprendida por la asociación. Vamos con capas, estandartes y banda de  música.
El resultado es que todo el mundo nos conoce. He ahí la  prueba de la eficacia de la TFP al conseguir neutralizar esa táctica de  silenciar usada por el adversario.
La Fe practicada con altanería puede hacer —y, en algunos  casos ya ha hecho— que alteremos el curso de la Historia. Por ejemplo,  varios de los catastróficos «progresos» infligidos por las izquierdas a  nuestro desdichado país fueron evitados durante decenas de años, en su  curso funesto: el divorcio, la Reforma Agraria socialista y  confiscatoria y, principalmente la victoria del comunismo.       
 

CATOLICISMO – ¿Cuál es la técnica de respuesta adoptada por Vd. mediante la cual el adversario siempre se calla?

Plinio Corrêa de Oliveira – Posiblemente Ud. habrá visto que la TFP cuando enfrenta a los  adversarios de la civilización cristiana nunca lo hace a base de ataques  personales. Son siempre doctrinales. Algunas veces podríamos haber  dicho cosas contra el procedimiento y las costumbres privadas de uno u  otro. No lo hicimos.
Nuestras críticas se sitúan en el campo de la doctrina  mientras que, las embestidas de nuestros adversarios contra la TFP  tienen siempre una pesada nota de ataque personal. No consiguiendo  presentar respuesta doctrinal a la altura, ellos lanzan ataques  individuales: «quien no tiene perro caza con gato», dice el refrán.  Además, los ataques contra la TFP suelen ser furiosos. Nuestras réplicas  son serenas.    
 
CATOLICISMO – ¿Ha sido la TFP eficaz en la lucha contra ese proceso revolucionario del cual ha­blaba hace poco?

Plinio Corrêa de Oliveira – Sí, nuestra simple presencia en el panorama nacional molesta y  enfurece a los que desean llevar adelante tal proceso que va degenerando  en caos.  El simple hecho de que exista la TFP y esté de pie  representa un obstáculo para ellos.

Por ejemplo, hace 20 años se consideraba prohibida,  ilegítima, inmoral, una serie de acciones que hoy se practican  abiertamente. Doctrinas entonces calificadas como heréticas, hoy  circulan sin problema. Así, Brasil va desmoronándose.

Ahora bien, la TFP se levanta, hace sus denuncias y dice las  cosas como son y la marcha hacia el caos queda obstaculizada. La  andadura de la Revolución a la cual me referí al inicio, habría sido  mucho más rápida en Brasil si no se hubiese topado con la TFP en su  camino.

CATOLICISMO – Bien, Dr. Plinio, la Revolución anda despacio, es verdad, pero al final llega al mismo término.

Plinio Corrêa de Oliveira – No es verdad. Disminuyendo su velocidad, la Revolución pierde el ímpetu y la capacidad de afirmarse.

La prueba de esto es que hoy en día, a pesar de los extremos  revolucionarios a que hemos llegado, la mayor parte de los políticos,  de los escritores, que defienden posiciones contrarias a la tradición  católica, procuran ocultarlas. No se sienten a gusto mostrándose  abiertamente.
Un ejemplo característico fue lo ocurrido en las elecciones a  la Asamblea Constituyente, en que varios comunistas se hicieron elegir  camuflados, o sea, bajo candidaturas que no se decían comunistas. Pues  el rótulo comunista se hizo tan odioso en Brasil que el Partido  Comunista Brasileño ha creído conveniente cambiar de nombre. Y el mismo  disfraz se ha venido repitiendo en elecciones más recientes. Así, los  comunistas, al avanzar, tienen que hacerlo despacio y en ese cambiar  paso a paso pierden su “élan”.
A ellos les gustaría que fuese viable la existencia de un  Partido Comunista con su doctrina marxista claramente expuesta, la cual  fuese ganando la adhesión de todos para, al final, imponerse al país.  Eso ya no lo pueden conseguir. Entonces recurren al caos, en cuyas  nieblas nadie expone una doctrina clara y coherente, nadie piensa nada. Y  es a la sombra de ese caos que intentan imponer un comunismo velado.  Esa actitud prueba que los revolucionarios llegan al final del camino  con mucho menos énfasis de lo que se podría pensar. A este propósito,  conviene acentuar un punto importante: nuestro pueblo está claramente  alertado de todo esto. La TFP ha denunciado ampliamente ese embuste a  través de campañas públicas, entre las cuales conviene destacar la  actuación de sus caravanas que, desde hace 22 años, recorren el  territorio brasileño de arriba abajo.
Estas caravanas han alcanzado ya la escalofriante cifra con  ocho millones de kilómetros recorridos. ¡Equivale a diez veces el camino  de ida y vuelta a la luna! En vista de todo esto, se comprende por qué  la TFP se transformó en una seria traba al proceso revolucionario.  
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