El parque del Ejido en la ciudad de Quito marcaba el fin de la ciudad, su nombre significa los potreros públicos donde cualquier persona podía llevar a pastar su ganado. En sus veredas que dan a las avenidas Patria y Amazonas desde hace algún tiempo se han colocado dos antiguos monumentos patrimonio de la ciudad: el Arco de la Circasiana y la Lucha Eterna. El primero era la puerta de entrada de un pequeño palacio de ilustre familia quiteña quienes inspirados en las maravillas de Europa decidieron replicar en pequeño algo a manera del Arco del Triunfo de París, Circasia es el nombre de una región Rusa. Mansiones como estas pasaban de veinte en el barrio de la Mariscal, fueron devoradas por el urbanismo moderno ausente de cualquier sentido patrimonial e histórico. La Lucha Eterna es una escultura de bronce adquirida y donada en 1922 por los ecuatorianos residentes en Francia, fue realizada en París por el artista Émile Peynot, quien también realizó varias afamadas esculturas para la ciudad de Buenos Aires. La escultura está compuesta por dos hombres que representan el bien y el mal enfrentados en lucha eterna, un demonio secunda al representante del mal, que está siendo sometido por el hombre que representa el bien.
La idea de lucha eterna entre el bien y el mal ha estado presente a lo largo de la Historia en todas las culturas humanas; el Cristianismo a la luz de las divinas enseñanzas del Evangelio dejó claro la verdad: Nuestro Señor Jesucristo en varios pasajes del Evangelio se refiere a sí mismo como siendo La verdad. “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6)
Las corrientes filosóficas ateas desde el Renacimiento hasta la actualidad han bregado por desaparecer la idea de bien y mal, impulsaron la mentalidad relativista y dogmatizaron el libre pensamiento; sin demostración real niegan las verdades absolutas y señalan al Cristianismo como opresor de la libertad por inspirar una civilización fundamentada en la verdad.
El Dr. Plinio Correa de Oliveira quien identificó al proceso de decadencia del Occidente Cristiano como La Revolución impulsó a lo largo de su vida la Contra Revolución. Su vida personal y todo el accionar de las TFPs diseminadas por el mundo entero fueron orientadas para la denuncia del proceso revolucionario y para el triunfo de la Contra Revolución. Esta grandiosa epopeya realizada por Plinio Correa de Oliveira se sustentaba en una profunda y grandísima fe cristiana, en una eximia práctica de la virtud -de la que doy testimonio y fui enormemente beneficiado-, en una ardorosa devoción a María Santísima, en una gran piedad Eucarística, en un amor extraordinario al Papado y a la Santa Iglesia Católica. Este fervor por la causa de Dios se tradujo en una vida de incansable lucha por los derechos de Dios.
En el célebre ensayo “Revolución y Contra Revolución” el Dr. Plinio indica cómo impulsar la Contra Revolución con el fin de destruir a la Revolución, cómo promover la verdad para acabar con el error:
“LA CONTRA REVOLUCIÓN TIENE, COMO UNA DE SUS MISIONES MÁS SOBRESALIENTES, LA DE RESTABLECER O REAVIVAR LA DISTINCIÓN ENTRE EL BIEN Y EL MAL, LA NOCIÓN DEL PECADO EN TÉSIS, EL PECADO ORIGINAL Y EL PECADO ACTUAL” (RCR)
“CÓMO REAVIVAR LA NOCIÓN DE BIEN Y MAL: EVITAR TODAS LAS FORMULACIONES QUE TENGAN SABOR DE MORAL LAICA O INTERCONFESIONAL, PUES EL LAICISMO Y EL INTERCONFESIONALISMO CONDUCEN LÓGICAMENTE AL AMORALISMO.” (RCR)
Hoy en día se habla mucho de un amor interconfesional; este amor pretende reemplazar la religión verdadera y se lo presenta como un principio que elimina y suprime las diferencias doctrinarias; si el amor está presente, no importa cómo se piense, qué ideas se tengan o cómo se viva. Es una especie de institucionalización de la “religión del amor” que une a todos los hombres sin importar su credo, saltándose las verdades y la moral cristiana, y a nombre del amor aceptando cualquier pensamiento anticristiano.
Continúa el Dr. Plinio: “RESALTAR EN LAS OCASIONES OPORTUNAS, QUE DIOS TIENE EL DERECHO DE SER OBEDECIDO Y QUE, PORTANTO, SUS MANDAMIENTOS SON VERDADERAS LEYES, A LAS CUALES NOS CONFORMAMOS EN ESPÍRTU DE OBEDIENCIA, Y NO SÓLO PORQUE ELLAS NOS AGRADAN” (RCR)
“ACENTUAR QUE LA LEY DE DIOS ES INTRÍNSECAMENTE BUENA Y CONFORME AL ORDEN DEL UNIVERSO, EN EL CUAL SE REFLEJA LA PERFECCIÓN DEL CEADOR. POR LO QUE DEBE NO SÓLO SER OBEDECIDA, SINO AMADA, Y EL MAL NO SÓLO DEBE SER EVITADO, SI NO ODIADO” (RCR)
No hay reconciliación entre el bien y el mal; contrario a ello, esta especie de “religión del amor”, que se predica ahora y no toma en cuenta las diferencias de verdad y error, de mal y bien, de virtud y pecado.
“DIVULGAR LA NOCIÓN DE UN PREMIO Y DE UN CASTIGO POST MORTEM”
“FAVORECER LAS COSTUMBRES SOCIALES Y LEYES EN QUE EL BIEN SEA HONRADO Y EL MAL SUFRA SANCIONES PÚBLICAS”
“FAVORECER LAS COSTUMBRES Y LAS LEYES QUE TIENDAN A EVITAR LAS OCASIONES PRÓXIMAS DE PECADO E INCLUSO AQUELLO QUE, COMO MERA APARIENCIA DE MAL, PUEDA SER NOCIVO A LA MORALIDAD PÚBLICA”
“INSISTIR EN LOS EFECTOS DEL PECADO ORIGINAL SOBRE EL HOMBRE Y SU FRAGILIDAD; EN LA FECUNDIDAD DE LA REDENCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO ASÍ COMO EN LA NECESIDAD DE LA GRACIA, DE LA ORACIÓN Y DE LA VIGILANCIA PARA QUE EL HOMBRE PERSEVERE.”
“APROVECHAR TODAS LAS OCASIONES PARA SEÑALAR LA MISIÓN DE LA IGLESIA COMO MAESTRA DE LA VIRTUD, FUENTE DE LA GRACIA Y ENEMIGA IRRECONCILIABLE DEL ERROR Y DEL PECADO” (RCR)
Actualmente se percibe un desaliento en la sociedad frente a la corrupción y al desmoronamiento que trae en el ámbito público, familiar, social; hay una sensación de impotencia y derrota del bien. La midia se encarga de saturar cotidianamente con una avalancha de noticias de todos los horrores que suceden a nivel local y por el mundo entero; no dejan de ser reales, pero pareciera que hay una intencionalidad de proclamar que el mal venció, el mal domina, el bien no puede re erguirse, en la lucha eterna el demonio triunfa; lo que no es verdad.
La aplicación de los consejos del Dr. Plinio Correa de Oliveira para reavivar la noción de bien y de mal son el inicio de la derrota de la Revolución, el mal es inspirado por un rebelde fracasado y condenado, satanás, quien nada puede contra Dios y a quien María Santísima derrota aplastándolo bajo su calcañar. “LA FECUNDIDAD DE LA REDENCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO” (RCR) es la causa de la invencibilidad del bien.
Publicado el 17 de Julio de 2021