Tradición, Familia y Propiedad – TFP

Penetración de las ideas marxistas en la burguesía capitalista

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Con frecuencia se escucha en medios de la burguesía capitalista rica y media una serie de postulados iguales a los que esgrimiría el más radical y virulento activista marxista; y dejan entrever una especie de culpa de ser acaudalados, esto fruto de la propaganda socialista y del progresismo católico que permea la cabeza de las personas por no tener claro la legitimidad de sus derechos. Repasemos algunos de ellos.

Dicen: en realidad las revoluciones socialistas tienen razón, el capitalismo las provoca por las terribles desigualdades de riqueza; unos se mueren de hambre y otros nadan en plata, ese abismo entre unos y otros provoca las rebeliones y levantamientos.

Otro eslogan: la falta de igualdad de oportunidades es lo que genera las diferencias entre ricos y pobres; unos heredan grandes fortunas y otros solo heredan miseria; y frente a estos enunciados concluyen que es necesario repartir la riqueza. Y para ello, cuales nuevos Robin Hood, indican que hay que despojar a los ricos para dar a los pobres.

En ocasiones se embanderan con el argumento marxista de la plusvalía y explotación, que sostiene que el valor del trabajo es superior al del capital, porque el trabajador recibe únicamente el salario por su trabajo momentáneo mientras que el capital aumenta gracias al trabajo.

Luego describen una cantidad de situaciones humanas de tragedias desgarradoras fruto de situaciones socioeconómicas, en que los culpables serían los ricos por no ir al encuentro de la solución ante esos problemas.

Muchas veces acaban concluyendo que en realidad el estado debe ser el órgano regulador de la riqueza y que para que no haya desigualdades, la sociedad debe trabajar para el estado y este repartir los bienes entre la población; esto se junta con la corriente de pensamiento ya muy arraigada en Europa después de la pandemia de “La Renta Fija” cuyo enunciado dice que todos los que trabajan deben recibir un salario igual y constante para garantizar la supervivencia, y lo justifican diciendo que en ocasiones como en la pandemia – en que los confinamientos impidieron asistir al trabajo –, el estado se vio obligado a desembolsar millonarias sumas de dinero para pagar salarios de trabajadores de la empresa privada y que por tanto el empresario ha perdido derecho sobre su empresa.

A estas circunstancias se les adjuntan ideas sacadas de la izquierda religiosa (católica o de la Teología de Liberación) que refuerzan esas posiciones diciendo que Jesús condena la riqueza y que solo los pobres tendrán salvación.

Para no caer en la trampa de estas falacias es necesario definir algunos conceptos tales como derecho al trabajo, derecho a la propiedad privada, derecho a la acumulación y ahorro, derecho a la herencia, derecho a la libertad, rol del estado, principio de subsidiariedad.

También es necesario desvelar las etapas del ateo marxismo comunista en que por medio de metamorfosis se fue transformando de un estado tiránico y represor a un salvador de los pueblos.

Para entender profundamente este proceso no podemos ignorar la estrategia de la Guerra Psicológica Revolucionaria Total y la Revolución Cultural que se transformaron en la gran arma de conquista del comunismo internacional.

Derecho al Trabajo:

El ser humano es dotado de inteligencia, voluntad y sensibilidad, luego conoce sus necesidades para sobrevivir, necesita alimento, descanso, recreo, y entiende perfectamente que las alcanzará mediante el trabajo; en él se empeña para satisfacer sus necesidades.

Derecho a la Propiedad Privada:

Los frutos del trabajo pertenecen al individuo que los alcanzó, él tiene legítimo derecho sobre ellos, no le pueden ser arrebatados.

Derecho a la Acumulación o Ahorro:

La inteligencia del ser humano le indica que no siempre su trabajo rendirá los mismos frutos y que por tanto es necesario prever para cuando haya escasez o ya no pueda trabajar por enfermedad o ancianidad, por tanto, acumular o ahorrar es una necesidad vital.

Derecho a la Herencia:

La primera sociedad que existe es la familia, es la célula que da origen a la sociedad, la sociedad es la vida de las familias en comunidad, sin familia no hay sociedad.

La permanencia de la familia depende del cuidado de los padres, los hijos no sobrevivirían si no fuese la atención de los padres.

Luego el trabajo de los padres es para garantizar la permanencia de la familia y de ahí la legitimidad de la herencia.

Derecho a la Libertad:

Este derecho permite que el hombre encamine su vida y elija sus medios de producción, de trabajo y el destino de los mismos, su trabajo no puede ser destinado al estado.

Rol del Estado:

Como ya se dijo la primera sociedad es la familia, la unión de las familias forma las sociedades y estas los pueblos y naciones, estas comunidades necesitan un poder moderador que organice la vida social y el respeto a las leyes de la convivencia, con un tamaño y un poder que le permitan ejercer esa función y no con un tamaño desmedido que se inmiscuya en la vida de los ciudadanos y perturbe sus derechos.

Principio de Subsidiariedad:

Este principio se sustenta en la individualidad del ser humano, el desarrollo de la persona hace que él se valga por sí mismo en muchas cosas y por ello no es necesario el intervencionismo impositivo del estado en su quehacer personal, lo mismo sucede con las instituciones o formas de asociación para producir, en lo que puedan hacer por sí mismas el estado no debe intervenir. El principio de sociabilidad permite la asociación para realizar lo que el individuo o las asociaciones no pueden, el apoyo subsidiario del estado es para realizar lo que la sociedad no puede hacer.

RESOLVIENDO OBJECIONES:

Alguien podría decir: “estoy de acuerdo con esos principios y derechos, jamás los negaré, pero la realidad es que las diferencias abismales de riquezas, los abusos, la corrupción generan problemas sociales y han deslegitimizado el sistema”.

Entonces la primera conclusión es que no podemos suprimir los derechos mencionados, detectamos que hay irregularidades, pero afirmamos que el mal no está en ellos si no en los abusos.

Esto trae otra pregunta, cómo limitar los abusos, responderemos más adelante, pero desde ya afirmamos que el abuso no deslegitima el derecho (como reza el concepto jurídico Abusus non tollit usum el abuso no excluye el uso).

Con respecto a la igualdad de oportunidades consideramos que todos deben tener oportunidades, pero los resultados siempre serán desiguales. En una carrera profesional todos parten desde el primer curso, pero terminan en distintos grados de rendimiento, sucede lo mismo en una competencia atlética, la salida es desde el mismo punto, la llegada muy dispar, trabajos, empresas oportunidades semejantes obtienen diferentes resultados.

Con respecto a la teoría de la explotación o plusvalía, ella es totalmente inválida, no existe. El trabajo no determina el valor de la mercancía, existen los bienes de la naturaleza que no se determinan por el trabajo, por ejemplo, el oro, una piedra preciosa y otros, la demanda de un objeto genera su valor, los riesgos de éxito o fracaso no los asume el trabajador, como tampoco el tiempo y otros recursos para obtener frutos. Si no tiene una participación como aportante de capital con todo lo que ello implica es justo que obtenga el salario por el tiempo de trabajo.

Sobre las calamidades que sufren algunos sectores de la sociedad por carencias económicas, no es posible buscar las soluciones perjudicando a terceros, deben generarse mecanismos para ayudarlos que no transgredan los derechos naturales.

Las enseñanzas cristianas respaldan el derecho de propiedad en dos mandamientos de la ley de Dios, el séptimo, No Robar y el décimo, No Codiciar los bienes ajenos. De ahí decorren muchas conclusiones que respaldan lo antes dicho.

La doctrina marxista, atea, confiscatoria y totalitaria derivó en el comunismo que mediante revoluciones sangrientas ha cometido un genocidio de ciento cincuenta millones de personas. En la actualidad, en algunas partes todavía utilizan estos métodos, pero generalmente se presentan como democráticos, llegan al poder mediante elecciones y se muestran como redentores de los pueblos.

¿Es verdad que el comunismo cambió? ¿O aplican la estrategia de lobos vestidos con piel de oveja para conquistar los países?

Napoleón decía que las bayonetas sirven para conquistar territorios, pero no para sentarse a gobernar sobre ellas… El comunismo internacional comprendió que con el terrorismo de estado esclaviza los pueblos, pero no les cambia la mentalidad por lo que decidió cambiar la estrategia y mediante la Guerra Revolucionaria Total y la Revolución Cultural, consigue más éxitos que por las invasiones armadas.

La Guerra Psicológica Revolucionaria y la Revolución Cultural las podemos tratar en otro artículo.

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