Reproducido por TFP-Ecuador el 18 de enero de 2025

¡Cuando vemos aquellos castillos altaneros de la Edad Media, erguidos en regiones fronterizas para impedir el avance de los moros, tenemos la impresión de que esas fortalezas aún están palpitando de las batallas y que sus piedras pulsan como corazones!

Pero las personas no recuerdan la lección de previdencia que hay allí. Nadie construye un castillo cuando el adversario está atacando. Aquellas fortificaciones fueron construidas en los intervalos de paz. Porque aquella gente no era de un optimismo tonto: en el periodo de paz prevenía los ataques y edificaba sus defensas.

Así debemos ser nosotros. Nuestra fortificación debe ser hecha en la paz, en la tranquilidad de la vida de todos los días. Así erguimos nuestros castillos combativos y espléndidos, construidos en la hora de la paz, pero volcados para la lucha.

(Extraído de conferencia del 18/6/1986)