Domingo de Ramos
El Divino Redentor sabía que aquella aclamación provenía de un pueblo superficial, frívolo, ingrato, que en aquel momento gritaba «¡Hosanna al hijo de David!», pero poco después estaría prefiriendo a Barrabás.
El Divino Redentor sabía que aquella aclamación provenía de un pueblo superficial, frívolo, ingrato, que en aquel momento gritaba «¡Hosanna al hijo de David!», pero poco después estaría prefiriendo a Barrabás.
Reproducido por TFP-Ecuador el 5 de abril de 2025 Si en día hermoso nos adentramos en bosques cuya vegetación no está muy copada y miramos al suelo veremos sombras y luces. En cierto momento un chorro de claridad, que ha conseguido abrirse camino en medio del follaje, ilumina intensamente una piedra, un insecto, una hoja … Leer más