Tradición, Familia y Propiedad – TFP

Domingo de Ramos

Print

El Divino Redentor sabía que aquella aclamación provenía
de un pueblo superficial, frívolo, ingrato, que
en aquel momento gritaba
«¡Hosanna al hijo de David!»,
pero poco después estaría
prefiriendo a Barrabás.

Comparta

Artículos relacionados