Reproducido por TFP-Ecuador el 5 de julio de 2025

No hay heroísmo verdadero y completo fuera de la Iglesia. La santidad, que es el producto de la verdadera formación católica, no es otra cosa sino un gran heroísmo que anima toda el alma y la vuelve capaz de gestos tan altos y tan grandes que, sin el auxilio de Dios, el hombre más enérgico del mundo no sería suficientemente fuerte para realizar.

La grandeza de alma, el arrojo, el espíritu de combatividad que elimina la humildad es falso. Pero también es falsa la humildad que disminuya el arrojo, el espíritu de combatividad y la altivez.

El Catolicismo es la única escuela del heroísmo perfecto y completo, de aquel heroísmo que sobrenaturaliza y santifica la personalidad entera del individuo y no solo algunas de sus cualidades, que implica en una inmolación total de sí mismo teniendo en vista una finalidad superior.

(Extraído de O Legionário n. 462, 20/7/1941 y n°463, 27/2/1941)