San José
San José era noble en su esencia, es decir, en su propia persona, porque en él encontramos la triple nobleza: fue justo en su alma, alcanzó la dignidad de esposo de la Reina del Cielo, y tuvo el oficio de padre nutricio del Hijo de Dios.
San José era noble en su esencia, es decir, en su propia persona, porque en él encontramos la triple nobleza: fue justo en su alma, alcanzó la dignidad de esposo de la Reina del Cielo, y tuvo el oficio de padre nutricio del Hijo de Dios.