Admirable lección de confianza
Estamos viviendo una terrible hora
de castigos, pero también una admirable hora de misericordia.
Estamos viviendo una terrible hora
de castigos, pero también una admirable hora de misericordia.
Oh María Santísima, Señora y Madre mía!, os suplico que observéis las dificultades psicológicas y nerviosas que tanto me atormentan, con efectos dañinos para mi santificación e incluso para mi salud. Bien sé que ellas derivan, en parte, de factores psicológicos nativos, por los cuales no tengo culpa. Pero sé también que mi insuficiente correspondencia … Leer más